jueves, 17 de abril de 2014

Estrategias de animación a la lectura y escritura

INTRODUCCIÓN

Si preguntáramos a nuestros estudiantes ¿Qué es la escritura?, seguramente nos responderían que es algo aburrido,  lo relacionarían con términos como ortografía, gramática, corrección, que para ellos no tiene nada atractivo. Es cierto que para escribir debemos usar reglas gramaticales y diccionarios, pero la escritura es mucho más que eso, a través de ella podemos aprender, imaginar, reflexionar y gozar de la belleza de la realidad o de la invención.

Durante el proceso se perfeccionan destrezas comunicativas al intercambiar y compartir ideas y razonamientos con nuestros amigos o personas que nos rodean. Aprender a escribir significa aprender a organizar ideas, construir textos con coherencia lógica, adaptar el estilo según el destinatario, el tema tratado y el tipo de texto. La habilidad de escribir es una vía que apoya el aprendizaje de otros aspectos de la actividad verbal, si se orienta debidamente y se realiza de forma frecuente en el aula y no como una actividad independiente de la clase.

El aspecto más relevante de estas consideraciones en defensa de la escritura es el ofrecimiento de propuestas didácticas basadas en el campo lúdico, el mundo literario y el contexto social.

       Estudiosos como L. S. Vigotsky (psicólogo ruso del primer tercio del siglo XX) y R. Feuerstein (psicólogo y educador israelí, cuyos estudios se inician en los años 60 del siglo XX) destacan la importancia del contexto social en el que se produce el aprendizaje y su conveniencia en cooperación como complemento del aprendizaje individual.

 La creatividad, entendida como la capacidad de superar problemas a los que nunca antes nos habíamos enfrentado, es una forma de inteligencia. A través de estrategias lúdicas y narrativas, ayudamos a los más pequeños a desarrollar su imaginación, a la vez que los animamos a pensar por sí mismos y a tomar decisiones que son tenidas tan en cuenta como las de cualquier adulto, lo que se transforma en una mayor autoconfianza.

El hábito de la escritura nos ayuda a expresarnos con mayor corrección, a retener mejor la ortografía y la sintaxis de las oraciones, amplía nuestro vocabulario y, en general, a adquirir un mayor dominio y manejo del lenguaje.

Teniendo como base la escritura creativa se podrá desarrollar una adecuada  Animación a la Lectura que debe conjugar: la parte curricular, el placer de leer, lo lúdico y el juego como método de aprendizaje y el buen uso de estrategias bien elegidas y planificadas de antemano, teniendo en cuenta los gustos y edades de los lectores, practicando la interioridad, la participación voluntaria, y por qué no, también la diversión.
           
       En tal sentido escribiendo y leyendo el hombre se personaliza, se diferencia de los demás, aprende a interpretar, desvelar, analizar y valorar (tanto lo bueno como lo que no lo es) las capacidades, aptitudes anhelos y deseos.


A continuación unos links de trabajo:

file:///D:/Document/Desktop/EXPERIENCIA%203%20HUARI%202013.htm














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